A raíz de la masiva y reciente pandemia que se vive en el mundo entero y en nuestro país, la vida parece haberse detenido junto con la cotidianidad de cada ser humano, quienes involucraban una serie de procesos en su vida diaria (educación, trabajo, vida familiar y social, etc.). Ahora, la situación se torna diferente, la crisis nos impide salir y vivir en el ajetreo normal de cada día, todo está en aparente quietud y calma; una tranquilidad que muchos anhelaban, mientras de la que otros preferían escapar. En medio del caos, el ser humano, acostumbrado a vivir en el individualismo, descubre que la solidaridad es lo que le mantendrá a salvo de aquella amenaza invisible.
“A pesar de la difícil situación expuesta, como profesionales en formación de Trabajo Social reconocemos el compromiso ético que tenemos con nuestra profesión y con las comunidades con quienes hemos trabajado a lo largo de un año, es decir, aunque la situación nos impida estar de manera presencial en el campo de práctica, ha surgido el desafío de pensar estrategias que nos lleven a acompañar a la comunidad aún en tiempos de cuarentena”, comentan las estudiantes de décimo semestre de Trabajo Social, Angie Cepeda Pulido y Diana Paola Neira Larrota.
Ellas se encuentran realizando sus prácticas profesionales en la Escuela Normal Superior Leonor Álvarez Pinzón, bajo el acompañamiento de la docente Marcela López y de un equipo interdisciplinar compuesto por: psicólogo, psicorientadora y profesional en terapia ocupacional, “ajustamos nuestro proyecto de intervención enfocado hacia los padres de familia de la institución educativa, por medio de la estrategia de creación de un grupo de apoyo familiar virtual a través de las plataformas que la tecnología nos ofrece. Este grupo se crea con el propósito de tener un contacto cercano con los padres de familia, para dar a conocer temas importantes enfocados hacia las estrategias de afrontamiento frente a la discapacidad de sus hijas, redes de apoyo, pautas de crianza, estrategias de comunicación familiar, además de que se espera que sea un espacio de reflexión colectiva, de acompañamiento y resolución de dudas frente a temáticas que les preocupen a los padres”.
Por otra parte, con el apoyo de la institución implementaron acompañamiento a padres de familia por medio de llamadas telefónicas, con el propósito de escuchar activamente a los padres y recomendar redes de apoyo que se han dispuesto en la ciudad para el bienestar de los habitantes, ante lo cual los padres han tenido gran apertura.
Para nadie es un secreto que el trabajador social, ante la situación actual, debe estar en la disponibilidad de asumir los retos que se le presenten, para dejar de normalizar las situaciones y empezar a problematizar todo lo que acontece en su realidad desde el punto de vista ético y político, permitiendo a su vez la construcción de conocimiento a partir, por ejemplo, de la reflexión sobre la práctica profesional, en aras de fortalecer también la disciplina.